El pasado fin de semana vivimos, una vez más, el drama de los incendios forestales que en esta ocasión asolaba el noroeste de España (Galicia, Asturias, León) y Portugal. Esta vez nos enseñaba su peor cara con la pérdida de vidas humanas y de miles de hectáreas, que ardían mientras miles de personas voluntarias ponían en riesgo su vida para apagar las llamas.
Son cuatro los elementos que tenemos que tener en cuenta para analizar el porqué de incendios de estas dimensiones:
1- El cambio climático hace que las condiciones para el desarrollo de grandes incendios (temperaturas altas, vientos fuertes y falta de humedad) sean cada vez más habituales, incluso en el mes de octubre.
2- La mala gestión forestal que se ha llevado a cabo en los últimos años, desde el abandono de las tareas de limpieza, pasando por la plantación de especies no adecuadas al entorno, hasta la falta de medidas de prevención.
3- El abandono de un mundo rural que sufre duramente las consecuencias y que tarda años en recuperarse.
4- La dificultad y falta de recursos para investigar, y la impunidad de estos auténticos crímenes ecológicos.
Los incendios comprometen en pasado, el presente y el futuro de todas y todos. Ayúdanos a continuar trabajando para aprobar medidas preventivas, más medios disponibles y una legislación que castige con contundencia el terrorismo ambiental.