Luis Granell: «El ferrocarril convencional está abandonado»

Frente a ello, alude a la «paradoja» que supone la inversión «multimillonaria» en la alta velocidad

De Diario del Altoaragón de 01/02/2016

Luis Granell, durante la conferencia que organizó Equo en Huesca. | LAURA CEREZA
Luis Granell, durante la conferencia que organizó Equo en Huesca. | LAURA CEREZA
HUESCA.- «La paradoja del Canfranc» es el título de la conferencia que Luis Granell ofreció este viernes en la capital altoaragonesa en el marco de los «Viernes Verdes» organizados por Equo Huesca. Con este título quiso incidir en el hecho de que España ha realizado, desde los primeros años 90 del pasado siglo, una inversión «multimillonaria» en la alta velocidad, «hasta el punto de que tenemos la segunda mayor red de alta velocidad del mundo«, únicamente superada por China en número de kilómetros, aunque -precisa Granell- pasa a ocupar el primer puesto si se compara el número de líneas con el de habitantes de cada país. De este modo -prosigue- España tiene más kilómetros de líneas de alta velocidad que Francia (el primer país de Europa que tuvo alta velocidad), Alemania o Japón.

En este sentido, señala que hace alrededor de tres años, España llevaba invertidos en líneas de alta velocidad unos 40.000 millones de euros. Y asegura que, en estos momentos, únicamente la línea de alta velocidad que conecta Madrid con Andalucía cubre gastos y amortización. «La línea Madrid-Zaragoza-Barcelona sigue siendo deficitaria«, indica.

Frente a esa inversión «descomunal«, Granell sitúa la red de ferrocarril convencional y, en concreto, la línea de Canfranc, «en unas condiciones tan lamentables que los trenes tardan en llegar a Canfranc lo que tardaban en los años 30 del siglo pasado«, comenta.

No obstante, extiende esta situación a «casi todas las líneas convencionales, que son las que tienen ancho de vía ibérico, con velocidad normal y utilizadas por trenes de cercanías, regionales, unos poquísimos de largo recorrido convencionales, que casi han desaparecido, y los de mercancías«.

Luis Granell lamenta la falta de mantenimiento adecuado y pone como ejemplo que cuando se registra «una degradación» en la vía, por ejemplo en la del Canfranc, Adif limita la velocidad de los trenes para evitar riesgos en el tramo afectado, pero -asegura- pasa más tiempo del deseable hasta que se solventa.

«El ferrocarril convencional está abandonado y eso lleva a un deterioro de los servicios«, subraya, al tiempo que lamenta que «tampoco se está invirtiendo en material«. Como ejemplo de esta denuncia se refiere a los trenes conocidos como «tagamotchi» de la línea del Canfranc, «que están hechos polvo y cada dos por tres se averían«, o a los que circulan entre Zaragoza y Castejón, con más de 40 años de antigüedad.

A su juicio, esta apuesta por la alta velocidad se debe, en gran medida, a que «el Gobierno trabaja activamente para mantener la carga de trabajo de las grandes empresas constructoras y fabricantes de material ferroviario«.

Publicación completa en el Diario del Altoaragón del 01-02-2016